Con sólo entrar en el espacio “La Nube- Infancia y cultura”, nos damos cuenta de que algo mágico está por pasar: nos rodean libros, murales, juegos, un patio de ensueño, “como los de antes”… (sí, sí…,como los de antes de que el gris de los edificios de departamentos devorase los ámbitos para desarrollar la imaginación, la creatividad y el juego libre).
Unas escaleras nos conducen al piso superior donde encontramos un salón dispuesto a recibirnos: sillas para los adultos, un lugar preferencial para los niños, algo de música y un ambiente expectante junto a la amabilidad de los amigos de “La Nube”, que nos dan la bienvenida.
La mayoría de los adultos que concurrimos a ver la obra (por no decir TODOS), conocemos el popular tema musical de León Gieco en el que está inspirada… Pero es hermoso dejarse sorprender junto a los niños ante cada situación, cada diálogo, cada chiste… De pronto, todos éramos niños haciéndonos cómplices de Cachito… ese Cachito inocente y lleno de ternura que adora a su novia y que hace grandes esfuerzos trabajando para poder casarse con ella.
En el transcurso, nos encontraremos con la emoción y con la risa, con la preocupación y con la alegría y, por supuesto, con los buenos y los no tan buenos. Todo esto le da ritmo a esta tierna obra de títeres: los vemos trabajar, luchar, amar, reír… los vemos vivir! Y ese es el instante preciso en el que la magia de los títeres se apodera de nosotros. Ya no hay grandes y chicos, ya no existen quiénes conocen el tema musical y quiénes no… Todos seguimos apasionadamente cada detalle de lo que le sucede a Cachito.
Cabe destacar la expresividad, la excelencia y el profesionalismo de Hernán J. Cosma, quien tiene a cargo la interpretación de todos los personajes, sin respiro, durante toda la obra. También a él pertenece la realización plástica de los títeres.
Muy bien resuelta, por su simpleza y claridad, la escenografía (Celeste López y Carla Lorenzo). La edición musical, muy oportunamente, crea climas y completa las escenas gracias al trabajo de Tito Loréfice, sobre música de León Gieco y Chango Spasiuk.
No es casualidad que “El Ñaque Compañía de Títeres” esté festejando los diez años de esta obra… Tampoco es una coincidencia que la misma resultara premiada en la XVI Feria del Libro Infantil de CABA en el Concurso de Obras de Teatro para Chicos “El Teatro viene a Cuento”…
No hay nada más sincero y emotivo que el aplauso de los niños, ese aplauso que acompañó el final de “Cachito…” y que fue el regalo de este exigente público infantil (sumado a los adultos, obviamente), reconociendo el trabajo y el esfuerzo de Hernán J. Cosma y de toda la compañía El Ñaque. Gracias por regalarnos este momento!
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